El camino es hacia adentro. Como digo siempre, si estoy conectada, entonces fluyo. ¿Y qué es estar conectada? Es estar en mí, en silencio interior, conciente de mis pensamientos y emociones así como de lo que sucede en el afuera. Estar en mi centro, alineada y coherente entre lo que pienso, siento y hago.
Al estar en mí, encuentro sosiego. Puede haber tormentas y tempestades, y sigo en calma, con la mente atenta y tranquila, confiada en que el agua encontrará su cauce, y así encuentro los recursos necesarios para gestionar cualquier conflicto tanto interno como externo, sea con herramientas internas, o pidiéndolas. Gestionar a veces es enfrentar, otras irme.
Y en esa búsqueda constante de ese centro, del camino a mí, es cuando descubro y confirmo la importancia de los rituales, como un puente directo hacia el interior. ¿Y qué son los rituales? Son esos actos, símbolos, palabras y gestos en los que pongo mi energía e intención. El cómo lo creas vos: puede ser con piedras, velas, sahumerios, imágenes religiosas, flores, plantas, plumas, con cuaderno, con música, o sin. Caminar, meditar. Lo que sea que te conecte con lo SAGRADO en vos, con la belleza y con esa sensación de presencia y paz.
Creo que hay algo superior, que es amor, que nos guía si lo invocamos, y que nombro de muchas maneras. La magia siempre estuvo y está ahí, disponible y a la espera de que le abramos la puerta. Creo que el camino vital y saludable siempre es con amor incondicional y con perdón; y también que esto superior, habita en nuestro corazón y en cada célula de nuestro cuerpo. Esa fuente limpia, cristalina e inagotable de amor. Pregona la abuela Margarita en su canción Soy el Poder:
Como no poder convencernos que dios es dentro de nosotros
Como no poder convencernos de que nuestro cuerpo es la casa de dios
Como no poder convencernos de que en cada celula, en cada neurona esta el gran espíritu
En cada celula somos una multiplicidad de dios dentro de nosotros
Que bello es vivirnos en esa unidad
Que bello es vivirnos
"Ama y haz lo que quieras" dice San Agustín. Si miro y hablo con amor, si pienso y actúo con amor, eso sembraré y cultivaré. Si en cambio me vinculo desde el rechazo, la crítica, la verguenza, eso es lo que encuentro. "El mismo camino te lleva a los mismos lugares". Ansiedad, angustia, pensamiento acelerado, abrumación: todo esto viene del rechazo, de heridas de desamor, de no aceptación, de des-habitarnos por verguenza, desconfianza. Esto circula y está, y solo puedo trascenderloy sanarlo desde el amor, este lenguaje unviersal, que es nuestra esencia y que muchas veces olvidamos y necesitamos re-conocer.
En este sentido, los rituales no solo son un camino hacia adentro, sino también hacia arriba. Deseo que encontremos esa fluidez, entre lo denso y lo sutil, que se libere ese puente para ir de un lugar a otro con facilidad, ya que es necesario habitar ambos, y traer a lo cotidiano y terrenal, lo sutil y sagrado. Es hacer de lo diario, un acto de amor y presencia.
Nos deseo más amor y presencia cada día..
Francisca
Música:
Ritualitos, de Marta Gómez
Soy el Poder, de Abuela Margarita
Ejercicio:
Si aún no lo tenes, arma un altar con objetos simbólicos y amados, que representen lo sagrado para vos. Cada día miralo y si te dan ganas sentate ahí a meditar, escribir, escuchar una canción, leer. Que sea un recordatorio del amor incondicional y la conexión con tu interior.
muy lindo! que importante el amor en nuestras vidas y hacerle lugar! voy a implementar lo del altar ❤️